Hoy Barcelona está rubia. Calmada y despierta, adolescente y madura. Hace sol y no sólo en la calle. Es verano y no sólo fuera de las casas. La luz se desparrama entre los edificios, pinta los árboles de un verde más verde, ilumina las ideas.
Las ideas.
Las ideas son grandes cuando se ponen en práctica. Cuando saltan de su plano teórico y dormido y pisan el cemento. Nos hacen grandes cuando somos capaces de pasar de la potencia al acto, de las frases a las manos y los pies.
Y en eso se basa la existencia, en hacer que lo que pensamos y lo que hacemos sean cada vez más iguales. La existencia que, además de inevitable, es maravillosa.