Cuando pulso rec mi pretensión es muy simple: disfrutar, pasármelo bien, reírme de mí y conmigo misma. Expandirme, empujar los límites.
Cuando lo comparto sólo busco compartir todo eso con que quien le de a play. Hacer llegar que, aunque sea sentada en última fila, de fondo está siempre la risa, lo leve y, a la vez, el milagro dentro de lo cotidiano. Incluso en lo más gris, en lo más sórdido, hay un eco de comisuras que se elevan.
Que, aunque sea con pintalabios, cualquier día en el calendario puede marcarse en rojo.