Foto: MARTA VIDÁN
Los españoles podemos presumir de ser la cuna del castellano. De hablarlo mucho antes que en otros lugares del mundo. Sin embargo, sólo en otras regiones se logra la precisión y contundencia semántica que se requiere en determinadas situaciones. Por ejemplo, nada como ese "romper las pelotas" que tienen en el Cono Sur. O, en su versión apocada, "rompehuevos".