SI TÚ ME DICES VEN, LO LEO TODO
Marta Vidán o Tuki. En el quinto anillo de Saturno. En Twitter, @martavidanlo. Observante, escribiente y fotera; cantamañanas y melómana. Viajo con y sin billete. Me gusta decir 'sobremanera'. WEB http://martavidan.wix.com/martavidan
lunes, 6 de abril de 2015
miércoles, 25 de marzo de 2015
La vida en Barcelona, en imágenes
Miro por la ventana. Llueve, sí, a veces llueve en Barcelona.
La rambla está infestada de guiris que no dejan caminar a una velocidad humana.
El cerebro se vuelve loco con la tesis...
... y el sopor de mediodía hace mella en la capacidad intelectual.
por eso siempre viene bien dormir la siesta.
Luego están las maravillosas clases de francés.
Los progresos son evidentes.
Por suerte, hay personas con las que recuperar la calma...
...o perder la cabeza del todo.
La rambla está infestada de guiris que no dejan caminar a una velocidad humana.
El cerebro se vuelve loco con la tesis...
... y el sopor de mediodía hace mella en la capacidad intelectual.
por eso siempre viene bien dormir la siesta.
Luego están las maravillosas clases de francés.
Los progresos son evidentes.
Por suerte, hay personas con las que recuperar la calma...
...o perder la cabeza del todo.
lunes, 23 de marzo de 2015
miércoles, 18 de febrero de 2015
domingo, 15 de febrero de 2015
viernes, 13 de febrero de 2015
miércoles, 7 de enero de 2015
A los gatos y a las mujeres
Fotograma de la película Eres mi héroe (Antonio Cuadri, 2003). |
Fotograma de la película Eres mi héroe (Antonio Cuadri, 2003). |
viernes, 2 de enero de 2015
miércoles, 31 de diciembre de 2014
Somos impermeables
"Os amo más que cuanto puedan expresar las palabras; más que a la luz de mis ojos, que al espacio y que a la libertad; por encima de todo lo que pueda evaluarse, rico o raro; no menos que a la vida dotada de gracia, salud, belleza y honor [...]. Es un amor el mío que deja pobre el aliento e insuficiente el discurso. Os amo por sobre todo cuanto admite ponderación".
(Gonerila, El rey Lear, acto 1, escena 1. Shakespeare).
Sir, I love you more than words can say. I love you more than eyesight, space, and freedom, beyond wealth or anything of value. I love you as much as life itself, and as much as status, health, beauty, or honor. I love you as much as any child has ever loved her father, with a love too deep to be spoken of. I love you more than any answer to the question “How much?”
(Goneril, King Lear, act 1, scene 1, Shakespeare).
Más en La catarsis de Romeo.
viernes, 26 de diciembre de 2014
Como las mejores personas
Fotograma de La flauta mágica de Mozart, dirigida por Ingmar Bergman.
No es necesario, ni posible (y a veces, ni si quiera bueno) saberlo todo y saberlo todo ahora.
Será que el whatsapp nos ha acostumbrado a conocer la posición exacta del que llega cinco minutos tarde y el motivo por el que tarda; y, así, no inquietarnos y entrar en una nube de paranoia de a-lo-mejor-me-he-equivocado-de-hora.
A veces, la incertidumbre es como las mejores personas. Esas a las que no es posible poner un nombre específico, como al Pteridium aquilinum, vulgarmente conocido como helecho.
Será que da mucha más tranquilidad saber que si dos átomos de hidrógeno abrazan a uno de oxígeno es seguro que parirán agua. O el confort de las ciencias exactas que no contemplan que puede escribirse tanto je paie como je paye, dependiendo del registro. Cosas del francés.
viernes, 12 de diciembre de 2014
Éxtasis
Como una borrachera permanente
que vuelve al cerebro más lúcido.
Éxtasis invasivo.
Como un colocón constante
que no implica pérdida de contacto con la realidad.
Euforia serena.
Como el enamoramiento inicial
que no remite, sino que se mantiene en el tiempo
y crece y expande el pecho buscando sitio.
Caminar sobre las aguas. Bailar por las aceras.
Hacer lo mismo; pero distinto, sublime.
Ser lo mismo, pero en la mejor versión.
Invencible.
que vuelve al cerebro más lúcido.
Éxtasis invasivo.
Como un colocón constante
que no implica pérdida de contacto con la realidad.
Euforia serena.
Como el enamoramiento inicial
que no remite, sino que se mantiene en el tiempo
y crece y expande el pecho buscando sitio.
Caminar sobre las aguas. Bailar por las aceras.
Hacer lo mismo; pero distinto, sublime.
Ser lo mismo, pero en la mejor versión.
Invencible.
jueves, 11 de diciembre de 2014
Puertas al campo
Del corto Harvey Krumpet. |
(Álvaro de la Rica, 'La tercera persona').
jueves, 13 de noviembre de 2014
Jirafas
Había una jirafa sentada en el suelo, en el suelo húmedo. Llevaba enroscada una bufanda kilométrica y de rayas. Pensaba que ahora los ascensores se mueven en horizontal, como topos excavadores. Que la normalidad es un constructo, que los puntos de referencia i-na-mo-vi-bles se dispersan como hormigas.
Había una jirafa sentada en el suelo frío mirando las juntas de las baldosas. Las baldosas, que no son como la normalidad, cuyos límites se estiran como un c h i c l e.
¿Las jirafas se sientan? Bueno, las jirafas escritas, sí. Y llevan bufanda de rayas de colores vivos. Las jirafas son sobrias y silenciosas, austeras, tranquilas. Esta jirafa en concreto está inspirada en una dibuja jirafada. En una jirafa dibujada, quiero decir.
La jirafa dibujada mira a ninguna parte o al cemento, pero bien podría estar mirando el florecer de las cosas vivas, el renacer de la luz interna, el sol de noviembre, las flores cotidianas y/o metafóricas. El devenir de las semanas, que pasan de puntillas y rápido, húmedas como las baldosas, imposibles de parar, como las hormigas. De colores, como la bufanda. Pesadas, leves, raras.
La jirafa dibujada mira a ninguna parte o al cemento, pero bien podría estar mirando el florecer de las cosas vivas, el renacer de la luz interna, el sol de noviembre, las flores cotidianas y/o metafóricas. El devenir de las semanas, que pasan de puntillas y rápido, húmedas como las baldosas, imposibles de parar, como las hormigas. De colores, como la bufanda. Pesadas, leves, raras.
miércoles, 17 de septiembre de 2014
Oh, burrocracia
Oh, burrocracia, burrocracia.
Ojalá algún día tenga mellizos, niño y niña.
Los llamaré Original y Fotocopia.
Con los siguientes papeles que tramite
me covalidan tercero de A.D.E.
Oh, burrocracia, burrocracia.
Purgatorio en tierra,
tierra en los ojos.
Oh, burrocracia.
Ojalá algún día tenga mellizos, niño y niña.
Los llamaré Original y Fotocopia.
Con los siguientes papeles que tramite
me covalidan tercero de A.D.E.
Oh, burrocracia, burrocracia.
Purgatorio en tierra,
tierra en los ojos.
Oh, burrocracia.
martes, 22 de julio de 2014
Las historias
Marta Vidán, Barcelona.
En francés todo suena más suave. Hay humedad en Barcelona o, mejor dicho, hay Barcelona en humedad. En francés todo canta. El calor se crece, se viene arriba, está en la cresta de la ola. Sólo la cerveza permanece fría. El gato intenta meterse en el frigorífico, los humanos también lo haríamos si cupiéramos.
En francés es trampa. M. dice: "La realidad siempre me jode las historias", y por eso es enorme. El pan francés es dulce. A las siete de la mañana el gato decide que es buena hora para empezar el día, hay que aprovechar bien la mañana.
La casa huele a pintura. Raúl del Pozo escribió No es elegante matar a una mujer descalza. El gato se deshace con la música en francés.
Sandrine Kiberlain, M'envoyer des fleurs. Vía artmaniepeinture.
martes, 1 de julio de 2014
Mujeres maravillosas
Será porque las dos son pelirrojas, o porque las dos son maravillosas. O por ambas cosas a la vez. El caso es que sin conocerse forman un tándem perfecto.
Ilustración de Raffaella M. Breeze sobre frase de Maitane Aspe.
Maria Callas, Sempre libera, de La Traviata (Verdi).
sábado, 21 de junio de 2014
La existencia
Hoy Barcelona está rubia. Calmada y despierta, adolescente y madura. Hace sol y no sólo en la calle. Es verano y no sólo fuera de las casas. La luz se desparrama entre los edificios, pinta los árboles de un verde más verde, ilumina las ideas.
Las ideas.
Las ideas son grandes cuando se ponen en práctica. Cuando saltan de su plano teórico y dormido y pisan el cemento. Nos hacen grandes cuando somos capaces de pasar de la potencia al acto, de las frases a las manos y los pies.
Y en eso se basa la existencia, en hacer que lo que pensamos y lo que hacemos sean cada vez más iguales. La existencia que, además de inevitable, es maravillosa.
viernes, 20 de junio de 2014
jueves, 19 de junio de 2014
Benditas Montañas
Con Nuria Mobe en Barcelona.
De camino al trabajo un árbol flaco, alto y de flores lilas me da los buenos días.
Que sea mudo no significa que no pueda hablar.
Ese árbol famélico preside la calle. Es más importante que la carretera, las aceras, los negocios, los bancos y los guiris color salmón, precisamente porque tiene flores lilas que saludan. Los pétalos secos van cayendo y forman una alfombra dispersa a su alrededor, sobre las baldosas. El árbol trata así de expandirse fuera de su cuadradito de tierra.
Es importante porque podría ser anecdótico y no queda en una nota al pie. Porque condensa la fuerza de los detalles. De los detalles que conviene elevar a la enésima potencia para convertirlos en titulares.
El asunto de los detalles es simple. Se trata de inflar aquellos que están ahí como si alguien -Alguien- los hubiera puesto ahí para nosotros. No aquellos anodinos y vacíos de significado que si cobran demasiada fuerza, se transforman en la montaña sacada de un grano de arena.
Montañas, sí, gracias.
Pero montañas en forma de paisajes, no a modo de obstáculo insalvable. Montañas de las Cosas Buenas, no de las minucias cotidianas. Montañas de los jarrones que pintan el salón, no del autobús que se atrasa diez minutos o de lo que no está pefectamente ordenado y listo a la hora exacta.
Pero montañas en forma de paisajes, no a modo de obstáculo insalvable. Montañas de las Cosas Buenas, no de las minucias cotidianas. Montañas de los jarrones que pintan el salón, no del autobús que se atrasa diez minutos o de lo que no está pefectamente ordenado y listo a la hora exacta.
Montañas auditivas, incluso. Si uno va por la calle con esta canción desparramándose en los oídos, se da cuenta que esas frases se le podrían dedicar a todas las mujeres. Que cada una es un árbol de colores vivos en mitad de la selva de cemento.
Porque al igual que de la suma de mujeres se compone la Mujer, del cúmulo de montañas crecen las Montañas de nuestra cabeza (benditas Montañas). De lo contrario, los números ganan a las palabras; los datos vencen a las ideas. Y sería de estúpidos vivir en un mundo donde la poesía viviera a la sombra de las ecuaciones de segundo grado.
Porque al igual que de la suma de mujeres se compone la Mujer, del cúmulo de montañas crecen las Montañas de nuestra cabeza (benditas Montañas). De lo contrario, los números ganan a las palabras; los datos vencen a las ideas. Y sería de estúpidos vivir en un mundo donde la poesía viviera a la sombra de las ecuaciones de segundo grado.
Natalia Lafourcade, Mujer divina (homenaje a Agustín Lara).
"Mujer, mujer divina
tienes el veneno que fascina en tu mirar.
Mujer que no se olvida,
tienes vibración de sonatina pasional.
tienes el veneno que fascina en tu mirar.
Mujer que no se olvida,
tienes vibración de sonatina pasional.
Tienes el perfume de un naranjo en flor,
el altivo porte de una majestad.
Sabes de los filtros que hay en el amor,
tienes el hechizo de la liviandad.
La divina magia de un atardecer
o la maravilla de la inspiración
Tienes en el ritmo de tu ser
todo el palpitar de una canción
y eres la razón de mí existir, mujer".
sábado, 24 de mayo de 2014
Era maravillosa
"No era guapa, pero era maravillosa, que es mucho mejor que ser guapa"
(M. Aspe sobre Maria Callas).
viernes, 18 de abril de 2014
Hasta otra, Gabo
Dijo que "el corazón tiene más cuartos que un hotel de putas". Puso el amor por encima de los (cien) años, por encima del cólera. Por suerte, ni esto ni su inspiración -sea para escribir novedades o novelas- se va. Te echaremos de menos, Gabo. El coronel siempre tendrá quien le escriba.
miércoles, 2 de abril de 2014
La vie
Y que la vida puede ser muchas cosas, pero, sobre todo, maravillosa.
And life can be many things, but it is mostly wonderful.
And life can be many things, but it is mostly wonderful.
lunes, 17 de marzo de 2014
Pandemartium. Declaración de intenciones
Cuando pulso rec mi pretensión es muy simple: disfrutar, pasármelo bien, reírme de mí y conmigo misma. Expandirme, empujar los límites.
Cuando lo comparto sólo busco compartir todo eso con que quien le de a play. Hacer llegar que, aunque sea sentada en última fila, de fondo está siempre la risa, lo leve y, a la vez, el milagro dentro de lo cotidiano. Incluso en lo más gris, en lo más sórdido, hay un eco de comisuras que se elevan.
Que, aunque sea con pintalabios, cualquier día en el calendario puede marcarse en rojo.
sábado, 1 de marzo de 2014
No tiene etiqueta
Hay luz incluso cuando no hay luz. Hay ingenuos que hablan de casualidades. Encuentros que encajan como si estuvieran hechos a medida, palabras que parecen haberse hablado antes, cerebros que ya se conocían -tal vez en la otra vida-, uniones sin cable que son anteriores a la ubicación de dos en la misma habitación.
Las canciones hacen cosquillas en los oídos. Las Cosas van bien sin que podamos hacer nada por evitarlo, las Cosas, Cosas Importantes se hacen Cosas Muy Importantes cuando se comparten. Se puede ir descalzo por el mundo sin miedo a que un cristal muerda la planta del pie; de repente, todos los semáforos están en verde.
Equilibrio. Equilibrio entre lo sesudo y la conversación absurda, la ponencia y la carcajada que nace en el estómago. El metro es un sofá que avanza, hay una voz que es un abrazo, un dolor que a veces es dolor y a veces, alivio. Un algo -Algo- en potencia que no tiene etiqueta, no está clasificado. Y para qué clasificar lo que supera toda categoría. Somos, somos hoy, eres, eres mil veces, a pesar del tiempo, de los ki-ló-me-tros. Sois. Cum laude en hacer del mundo un sitio confortable. La justicia poética se paseará pronto como Pedro por su casa.
jueves, 27 de febrero de 2014
Tardamos muy poco
"En realidad, la tía Mame y yo tardamos muy poco tiempo en aprender a querernos. Era de esperar que me atrajera su sorprendente personalidad, que antes había seducido a otros miles. Al fin y al cabo, tenía un encanto caótico pero innegable y era mi única familia. Pero que quisiera ocuparse de un niño de diez años totalmente insignificante y carente de interés no dejaba de sorprenderme, complacerme y extrañarme. Sin embargo, así era, y siempre he pensado que, a pesar de toda su popularidad, sus intereses, sus constantes idas y venidas, es probable que también se sintiera un poco sola".
Patrick Dennis, La tía Mame.
jueves, 20 de febrero de 2014
Cuartos
"El corazón tiene más cuartos que un hotel de putas"
(El Gabo,Gabriel García Márquez).
(El Gabo,Gabriel García Márquez).
Rodrigo Leão y Lula Peña, Pasión.
sábado, 15 de febrero de 2014
La dama
"La vida tiene un modo sutil de detenerse mientras sigue adelante"
(J.A.Buesa, Poema para olvidarte).
(J.A.Buesa, Poema para olvidarte).
John William Waterhouse, The Lady of Shalott.
Νατάσσα Μποφίλιου (Natassa Mpofiliou), H καρδια ποναει οταν ψηλωνει (El corazón duele conforme se hace más grande).
domingo, 9 de febrero de 2014
lunes, 3 de febrero de 2014
domingo, 19 de enero de 2014
Tempus
Tiempo para pasear, para leer, para mirar al techo. Tiempo para perder el tiempo. Tiempo para escuchar música: una, dos, diez, mil canciones. Tiempo. Tiempo para escribir, para dormir. Tiempo para no pensar en el tiempo. Tiempo para dejar enfriar el cerebro una vez se sobrecalienta, para calentar el sofá. Tiempo para el cine. Tiempo para cantar. Tiempo. T-i-e-m-p-o. Tiempo para que no se escape el tiempo.
Nocturnos de Fauré.
jueves, 16 de enero de 2014
Ojera de mujer
El truco está en encontrar pequeños oasis que libren a la garganta y los oídos de ser sepultados por la arena de la rutina atropellada. Oasis que no son espejismos y que, en caso de serlos, son tan verdaderos como uno quiera. Oasis que tiñen las ojeras de un color más vivo.
"Azul como ojera de mujer,
como un listón azul,
azul de amanecer".
(Natalia Lafourcade con Rodrigo Amarante, Azul).
"Tienes vibración de sonatina pasional.
Tienes el perfume de un naranjo en flor,
el altivo porte de una majestad.
Sabes de los filtros que hay en el amor.
Tienes el hechizo de la liviandad".
(Natalia Lafourcade con Adrián Dargelos, Mujer).
domingo, 12 de enero de 2014
Sounds
Risas que son primas de la música. Voces que tiran de las riendas de la taquicardia. El oído como camino, como escalera al estado más alto.
jueves, 2 de enero de 2014
Abrazo acústico
Cuando mis orejas necesitan un abrazo voy al minuto 53.55. Un abrazo delicado, tímido, silencioso, suave.
No, ch´io non apprezzo, dúo entre Poppea y Ottone de la Agrippina de Händel, en las voces de Sarah Connolly (mezzo) y Rosemary Joshua (soprano)
When my ears need a hug I just go to the minut 53.55. A delicate, shy, silent, soft hug.
No, ch´io non apprezzo is a duet sung by Poppea and Ottone from Händel´s Agrippina. Sarah Connolly (mezzo) and Rosemary Joshua (soprano).
No, ch´io non apprezzo, dúo entre Poppea y Ottone de la Agrippina de Händel, en las voces de Sarah Connolly (mezzo) y Rosemary Joshua (soprano)
When my ears need a hug I just go to the minut 53.55. A delicate, shy, silent, soft hug.
No, ch´io non apprezzo is a duet sung by Poppea and Ottone from Händel´s Agrippina. Sarah Connolly (mezzo) and Rosemary Joshua (soprano).
martes, 31 de diciembre de 2013
La mateixa
En esa garganta escucharía la misma nota dos, catorce, mil veces.
I would listen to the same note from that throat two, fourteen, one thousand times.
I would listen to the same note from that throat two, fourteen, one thousand times.
lunes, 25 de noviembre de 2013
Sarah Connolly: "Dejar Agrippina será como un divorcio"
▪Go
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Connolly ha estado ensayando en el Liceu durante cinco semanas antes del estreno. |
MARTA VIDÁN, Barcelona.
Es
lista, mala, elegante, soberbia y lleva tacones de diez centímetros.
Es la mujer del emperador romano Claudio y hará cualquier cosa para que su
hijo Nerone consiga el trono. Agrippina
(Händel) ha llegado al Liceu por primera vez y se queda en Barcelona
hasta el viernes 29. El director de escena David McVicar transporta
esta ópera barroca hasta nuestros días: el césar juega al golf,
Nerone esnifa cocaína, un clavecinista toca en un bar mientras la
gente baila y bebe...
La despiadada Agrippina y la mezzo-soprano Sarah Connolly (County
Durham, Inglaterra, 1963) no tienen mucho en común, aunque ya se conocían. Lo hicieron en 2007, en la English National Opera. Ha aprendido a entender y apreciar su personaje, así que decirle adiós le resultará duro. Ella también es madre, pero no dejará que su hija Lily, de diez años, le vea actuar en este montaje porque "es demasiado sexy".
La carrera de Connolly no ha sido muy convencional: estudió canto y piano, actuó a ritmo de jazz, pasó por varios coros... Pero empezó a notar que había algo que quería hacer y su primer rol importante -Charlotte, en Werther, de Massenet- llegó cuando ya había pasado los treinta. Fue sólo el primero de una larga lista de papeles.
¿Te gusta ser Agrippina?
Creo que es el mejor personaje femenino que he interpretado, un reto fantástico.
¿Porque es muy diferente a ti?
Sí, y aún así entiendo la frustración que siente y cómo su mente funciona, cómo es terrorífica hasta el final. Me gusta su naturaleza despiadada. Alguien le pregunta: "¿Qué excusas tienes?" y ella responde: "No necesito excusas". Utiliza las palabras que le dan, como un abogado, es algo muy inteligente.
¿Cuál es tu parte favorita de esta ópera?
El aria Pensieri es el mejor regalo de Agrippina. Aunque requiere movimientos rápidos y como mi voz es más lírica, me la "absorbe".
Pensieri es un aria del segundo acto de Agrippina.
¿Te quedaste contenta después del estreno?
Nunca estoy contenta con todo. Lo estoy si canto correctamente y siento que la energía es buena, y lo noté bastante en el estreno. En la segunda función hubo un par de arias donde estaba baja de energía: estaba cansada porque había estado cantando a diario la semana anterior, con sólo un día libre. Creo que habría necesitado dos, así que al principio del espectáculo no estaba al cien por cien, pero soy la única que se da cuenta de estas cosas. De todos modos, la representación fue a mejor y estábamos más tranquilos que en la primera.
Al principio de tu carrera te ponías nerviosa ante el público.
Porque no sabía lo que estaba diciendo. Ahora, cuando imparto master classes, insisto en la importancia que esto tiene: cuando cantas debes identificarte con el significado para hacerlo tuyo. ¿Por qué canto Pensieri? ¿Qué es Pensieri? No son simplemente palabras de Händel, tengo que pensar qué son para mí, Sarah, cómo me hacen sentir, cómo respondo físicamente al texto... Y cuando lo sabes -algunos dicen que es un truco, yo simplemente lo llamo musicalidad-, ya no te preocupa por qué estás cantando, simplemente lo haces.
¿Cómo es trabajar con David McVicar?
Increíble, es inspirador. Como yo, necesita saber el porqué de las cosas; y es brillante demostrando algo: puede interpretar a todos los personajes. Hay aspectos que no entiendo sobre Agrippina, por ejemplo, en el momento en que tengo que bailar como si estuviera nadando, o cuando es muy agresiva. McVicar me enseñó cómo llegar a ser ella y me dio trucos como "Que no te importe lo que piensa el público; en parte, si les desagradas, es bueno".
Pero Agrippina es también muy atractiva.
Era despiadada y Händel la hizo atractiva. Era horrible, así que para hacerla real tiene que haber profundidad. No puedes ser superficialmente divertida y hacer el tonto. Representar una comedia es algo muy serio, tienes que entender a la persona e identificarte con ella, preguntarte a ti misma: "¿Quién es y por qué está haciendo esto? ¿Podría hacerlo yo?".
¿Y al representar un papel masculino?
No interpreto el género, interpreto a la persona. En el caso de Octavio [El caballero de la rosa, Strauss] soy un aristócrata de dieciocho años con una vida secreta. Dejo que mi cuerpo vaya a través de la experiencia que extraigo del personaje, pero no me obligo a moverme como un hombre, simplemente viene de lo que tengo dentro de la cabeza. Las cantantes jóvenes cometen un gran error cuando intentan ser hombres, fracasan porque caminan de forma estúpida y con los hombros rígidos.
Connolly como Octavio en El caballero de la rosa.
Hay que fijarse en el sentido de la gravedad. Recae en las caderas, así que cuando haces de tío tiendes a controlar cómo andas desde las piernas, que se vuelven más pesadas, por lo que la parte superior del cuerpo queda más suelta y debes mantener los hombros hacia atrás. Esta es la única diferencia. A veces, cuando Agrippina es agresiva, tengo que prestar atención para dar pasos pequeños de mujer, no pasos grandes de hombre. Con estos estúpidos zapatos hay que tener cuidado [se ríe].
Tacones de diez centímetros. ¿Los llevas tan altos normalmente?
No, sólo en alguna fiesta o concierto, suelo llevar botas. Tengo que tener cuidado de no caerme en el escenario porque está totalmente oscuro, la iluminación lateral es muy fuerte y no se ven los escalones. Se me hace duro en las piernas y las caderas y me duele la parte baja de la espalda después de llevar ese calzado durante seis horas, así que hago estiramientos y voy al gimnasio.
¿Qué más haces en tu tiempo libre?
Cuando estoy en casa salgo de paseo, el ejercicio es muy importante para mantener el cerebro en funcionamiento. Tenemos un nuevo perro y vivimos en el campo, en Cotswolds [al suroeste de Inglaterra]. Es una zona de colinas preciosas.
¿Puedes ir a menudo?
Estoy en casa la mayoría del tiempo. Sólo hago una ópera al año en el extranjero porque es injusto estar lejos de mi hija, Lily, requiere casi ocho semanas.
¿Ella canta o toca algún instrumento?
No, nada. Compramos unas casas a buen precio y él las restaura, construye, y cuida a mi hija cuando yo no estoy. Pero le gusta el reggae y el folk, solíamos ir juntos a festivales cuando éramos más jóvenes.
También solías cantar y tocar jazz.
Ahora sólo lo hago por diversión, para relajarme, no quiero seguir haciéndolo en público. Es genial sentarse en el piano, sigue siendo mi instrumento principal, una gran parte de mí, pero ahora es sólo un hobbie.
Tu carrera como cantante de ópera arrancó un poco tarde.
Sí, no sabía lo que quería hacer. Estuve en muchos coros -Monteverdi, The Sixteen...- y no sabía si quería ser solista. Pero me aburrí de estar en un coro, veía a mis colegas cantar solos y pensé: "Quiero probarlo". Y lo hice y me puse nerviosa (a todo el mundo le pasa). Creo que es lo que retrasó mi comienzo, que no estaba segura de si era lo mío.
Empecé a hacer ópera con compañías semiprofesionales y me di cuenta de que me encantaba estar sobre el escenario. No me preocupaba cantar, especialmente lo contemporáneo. Me ponía menos nerviosa, así que me pasé un tiempo a la música moderna y me ayudó a estar más cómoda.
En 1995, a los 32, hice de Charlotte en Werther (Massenet), con la English Touring Opera, y fue maravilloso. Asustaba, aunque lo disfruté y pensé: "Es una buena posición, sigue adelante" y conseguí trabajo, la gente fue a verlo... Fue un comienzo lento que tuvo que ver conmigo, no tenía mucha seguridad en mí misma y en este mundo necesitas pensar que eres la mejor. Todavía no lo creo, sé que no es cierto. Reconozco que tengo algo que decir, pero nunca me elevaría a mi misma ni me compararía con nadie.
La mezzosoprano ya está estudiando su próximo trabajo, Fantasio, de Offenbach. |
Fue Charlotte quien te dio oportunidades.
Sí, después hice Orfeo y L´incoronazione di Poppea, de Monteverdi; Xerxes, Ariodante y Alcina, de Händel; El rapto de Lucrecia, de Britten, que acaba de salir en DVD...y también ópera contemporánea. Es una mezcla, pero es muy importante tener un poco de todo: cuando te enfrentas a un papel, diseccionas el poema con mucho detalle porque tienes que presentar un mini-drama en cada lied, en cada canción. Piezas de Schumann como Frauenliebe
und –leben o Maria Stuart son mini-óperas, y si puedes hacerlas con gran detalle, podrás transportarlo al escenario de la ópera.
Además, algo está cambiando en los últimos veinte años con la música de Händel: los directores están dejando a los cantantes ser mucho más libres. Algunos como Harry Bicket [director musical de Agrippina] esperan que traigamos nuestros propios adornos y tengamos conocimientos.
Esto no solía gustar antes. Por ejemplo, a Charles Mckerras, un director muy famoso de Händel que revivió el movimiento del compositor en Inglaterra: me enfrenté a él unas cuantas veces y acabamos teniendo una gran discusión. La mayoría de la gente no se atrevía a contradecirle, era un icono, pero yo tuve que hacerlo porque me volvía loca. Fueron este tipo de cosas las que me hicieron más fuerte, me di cuenta de que tenía algo que decir, que su negativa no significaba el final de la historia.
Esto no solía gustar antes. Por ejemplo, a Charles Mckerras, un director muy famoso de Händel que revivió el movimiento del compositor en Inglaterra: me enfrenté a él unas cuantas veces y acabamos teniendo una gran discusión. La mayoría de la gente no se atrevía a contradecirle, era un icono, pero yo tuve que hacerlo porque me volvía loca. Fueron este tipo de cosas las que me hicieron más fuerte, me di cuenta de que tenía algo que decir, que su negativa no significaba el final de la historia.
Trabajar con Philip Herbeck en los noventa me ayudó a entender la retórica barroca, el estilo, y cómo actuar. Así que cuando Mckerras me dijo: "No preguntes y haz lo que yo digo", tuve que responderle: "Lo siento, no trabajo así, tengo que entender lo que quieres". De todas maneras, acabamos siendo amigos, me aseguré de ello: ¡le hice galletas!
No todo es fácil para un cantante. ¿Cuál es la parte más dura de tu profesión?
Llegar a todo y tener una familia. No tengo tiempo libre, siempre estoy aprendiendo el siguiente papel. Y cuando tienes una reputación no puedes fallar, simplemente porque se espera que no lo hagas. Es maravilloso estar trabajando, tengo mucha suerte, pero tengo que tener cuidado de no hacer demasiado y que mi hija pueda verme.
¿Te ha visto sobre el escenario?
Sí, pero no en Agrippina porque es demasiado sexy. Le encantó L´incoronazione di Poppea y le pareció que el contratenor Dominique Visse estaba fantástico de mujer, en el papel de Nutrice. También le encanta Julio Cesare en DVD y Danielle de Niese. Conoce a gente, asiste a ensayos, pero no puede venir a algo como Agrippina o a un montaje de Calixto Bieito [ríe].
¿Y cuál es la mejor parte de este oficio?
Trabajar con colegas geniales, como Daniel Fuster, el oboísta: siempre improvisamos en Pensieri, los adornos son diferentes cada noche. Me aseguro de que lo sean y él tiene que copiarme. Este es el mayor regalo: un músico al que le encanta hacer música, tanto como a Harry Bicket o a la maravillosa orquesta del Liceu. Todo el mundo en este reparto es muy generoso: Malena Ernman (Nerone), Danielle de Niese (Poppea),
Franz-Josef Selig (Claudio), Dominique Visse (Narciso)...
¿Aprendes de ellos?
Sí, mi personaje y mis reacciones se definen por ellos, me dan algo más que hacer y eso es muy bueno al actuar porque me hacen pensar. Este es el lujo de trabajar con compañeros magníficos, que lo hacen todo más enérgico.
¿Hacéis planes juntos?
Es difícil porque he estado muy ocupada. Otras veces he visitado todos los museos y he hecho todo el turismo de Barcelona, me gusta la playa. Pero esta vez sólo he tenido un día libre y simplemente he estado metiendo en mi cabeza todos los detalles de la obra.
¿Incluso al salir de los ensayos?
Cuando llego a mi apartamento a las nueve de la noche sigo aprendiendo la letra, siempre me dedico a perfeccionar los errores que he cometido durante el día. Me siento con una taza de té, un lápiz y la partitura a corregirlos durante una hora, luego me ducho y me voy a la cama. No puedo salir y emborracharme (¡Agrippina lo haría!). La máxima cantidad de alcohol que me permitiría beber son dos copas, una si faltan sólo dos días para actuar, porque seca la garganta y luego estás cansada. Ser cantante de ópera es aburrido, sólo he visto un par de películas recientemente. La última fue Gravity. También disfruto la comida, me encantan las tapas.
Vas dando un paseo. ¿Sigue sonando Agrippina en tu cabeza?
El otro día Harry Bicket me estaba enseñando algo por la calle, pero yo no lo veía porque estaba cantando mentalmente. Me concentro en mi trabajo casi sin ser consciente. Y lo realmente duro será dejar Agrippina el viernes y tener que cambiar a Fantasio, de Offenbach, en Londres. Simplemente me voy, será como un divorcio, es horrible. Me pongo bastante triste porque dejo esta valiosa caracterización perderse en la niebla, desvaneciéndose como un barco que se va sin mí. Es una creación personal, como si una parte de mí
Seguro que te vuelves a encontrar con Agrippina.
¡Eso espero!
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